lunes, 19 de mayo de 2014

FERIAS ANTIGUAS

Una feria es un evento social, económico y cultural —establecido, temporal o ambulante, periódico o anual— que se lleva a cabo en una sede y que llega a abarcar generalmente un tema o propósito común. Puede tener por objetivo primordial la promoción de la cultura, alguna causa o estilo de vida, generalmente en una forma divertida y variada; más comúnmente el objetivo es la estimulación comercial, pues tiene la finalidad de lucro o de generar ganancias para las localidades anfitrionas, personas u organizaciones patrocinadoras, y participantes hospitalarios, a cambio de un tiempo grato que incluye diversión y entretenimiento, participación en juegos de azar y de destreza, alimentos, manjares y golosinas, objetos, o juguetes, etc., para los participantes visitantes y negociantes, ya sean estos menores o mayores de edad, dependiendo del evento, consignas, características, costumbres locales y leyes que rigen el lugar.



Inicialmente las ferias fueron un fenómeno económico surgido en la Europa Occidental de la Baja Edad Media, en una coyuntura expansiva del feudalismo, en la que las ciudades estaban creciendo junto al comercio a larga distancia, la artesanía y las finanzas, es decir: todas las actividades económicas que iban más allá de la economía rural agropecuaria, que aun así constituía la gran mayoría de la producción.

Ferias de Champagne

Entre los años 1150 y 1300 las ferias más famosas fueron las ferias de Champagne o de Champaña1 (en la actual región de Champagne-Ardenne, entonces Condado de Champagne), donde constituían un ciclo en que se celebraban las de Troyes, Provins, Bar-sur-Aube y Lagny (oeste de Francia, en la ruta comercial terrestre que une las ricas zonas urbanas del Norte de Italia -Florencia, Venecia, Génova, Milán- y Flandes -Brujas, Amberes, Bruselas-).

Ferias de Medina del Campo

En la Corona de Castilla se desarrolló desde el siglo XV un importante grupo de ferias en el centro de la Meseta Norte: las de Medina del Campo, Medina de Rioseco y Villalón, siguiendo la ruta comercial que da salida a la lana de las ovejas trashumantes de las cañadas de la Mesta, por Burgos y los puertos del Cantábrico (Santander, Laredo, Bilbao); mientras que en Andalucía destacaron las Vendejas de Sanlúcar de Barrameda (desembocadura del Guadalquivir).
En la Corona de Aragón también hubo ferias medievales reseñables, siendo la Feria de Todos los Santos de Cocentaina la segunda más antigua de España (1346).

Evolución posterior

Posteriormente, el término feria fue evolucionando, designando desde exposiciones de ganado para la venta como cualquier tipo de evento comercial, hasta las ferias taurinas. Actualmente el término se ha extendido desde su original función comercial para incluir eventos festivos, con puestos de venta de artículos variados y atracciones; éstas últimas se sitúan a menudo a las afueras de la ciudad.

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