lunes, 12 de mayo de 2014

EXÁMENES EN LA ACTUALIDAD


Un examen o prueba de evaluación es una prueba en la que se mide el nivel de conocimientos, aptitudes, habilidades o de unas capacidades físicas determinadas. Se usa como herramienta para determinar la idoneidad de alguien para la realización de una actividad o el aprovechamiento de unos estudios.
Puede ser realizado de forma oral (examen hablado), en papel (examen escrito), con ordenador, en un entorno controlado (como en determinadas pruebas físicas) o en un entorno abierto (como en un examen de conducción), en un período definido de tiempo bajo supervisión. Puede componerse de varias preguntas, cuestiones, ejercicios o tareas a realizar que tienen asignados unos valores en puntos.
Es frecuente que los evaluados recurran durante el examen a métodos no permitidos para aumentar su calificación; y que suelen ser castigados con la suspensión inmediata en caso de ser detectados.En algunos países se utiliza el término de plagio y se los cataloga de manera descalificadora. Los más frecuentes son:
  • Copiar las respuestas que están dando otros, leyéndolas directamente de sus exámenes.
  • Traer las respuestas escritas en un apunte escondido, de tal forma que se pueda copiar de él. Existen muchas variantes, como escribirlas en un bolígrafo con la ayuda de un alfiler, escribirlas en la mesa, en la pared, en la memoria de la calculadora, del teléfono móvil, sobre la piel, regularmente en el brazo, etc. También hay quien recurre directamente al libro de texto o los apuntes de clase.
  • Copiar las respuestas suavemente con el lápiz sobre el pupitre, utilizando abreviaturas y diferentes códigos entendidos por el alumno.
  • Pedir a un compañero las respuestas. A esto se lo conoce popularmente como "chivar". Se puede hacer tanto hablando bajo como pasándose papeles con las respuestas.
  • Cambiar el folio en blanco del examen por otro preparado previamente con las respuestas, lo que se conoce como "dar el cambiazo".
  • Utilizar un código propio de comunicación con otro de los evaluados, para intercambiar respuestas. Estos códigos pueden basarse en golpes sobre la mesa, bostezos, gestos, movimientos del lápiz, etc..
  • Enviar a alguien que conozca mucho mejor el temario del examen para que suplante al evaluado, haciéndose pasar por él.
  • Utilizar un teléfono móvil (normalmente, usando auriculares) u otro medio electrónico de comunicación para que otra persona, fuera del lugar del examen, facilite las respuestas.
  • Conseguir los enunciados de las preguntas del examen con antelación, de tal forma que se puedan preparar únicamente esas preguntas, o utilizar esta información para hacer más efectivos otros métodos (como el del cambiazo).

Los exámenes tienen generalmente una calificación de 0 a 10, de 1 al 12 o de la L a la A dependiendo del centro educativo y el país. Existe una puntuación mínima para considerar que se ha superado la prueba, que en educación secundaria es generalmente 5.
En España, de 0 a 4,9 es insuficiente, de 5,0 a 5,9 es suficiente, de 6,0 a 6,9 es bien, de 7,0 a 8,9 es notable y de 9,0 a 10,0 es sobresaliente. En educación secundaria y superior, a los alumnos que obtengan una calificación de 10 en una asignatura o módulo se les otorga una mención honorífica y a los alumnos que obtienen una calificación global final superior a 9 se les puede conceder una matrícula de honor.


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